Esta
clase me sirvió para tomar conciencia sobre el carácter místico de las fotografías,
la importancia que tienen en la necesidad del hombre de dejar plasmada una imagen en un
soporte mas preciso y duradero que la sola memoria. Pudimos ver que desde la antigüedad el
hombre se inquieta por dejar algo para la posteridad, “algo que está en lugar
de alguien y para alguien”. Decir que esta en lugar de alguien, claramente nos
hace ver que es una representación de ese alguien, que no es ese alguien, pero
nos remite inevitablemente a esa persona. Es una manera de ser recordado, y
reconocido, es en cierto modo, inmortalizar nuestra imagen, inmortalizarnos. Un
veredadero retrato, no es solamente las características físicas de las
personas, busca su identidad, representa un estatus y una posicion en la realidad, es su razón de ser y lo deja plasmado para que otros
puedan “conocerlo”.
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